martes, 18 de junio de 2013


EX MUSICHI


                                   Oír con los ojos
                                   Es una agudeza
                                   Del amor                           
                                              Ernest Kietzchmer                         
                           
Beethoven navega sereno
por un sueño pastoril de cuerdas
y el pulso de la tierra
instalado en sus mejillas rosadas
le golpea los ojos

Beethoven avanza resoplando
en un marasmo ondulante de bronces
metidos en el mar embravecido
del centro de su pecho

Beethoven empuja empecinado
el bosque de maderas
donde el aire rechifla
y orfeo se estremece
viviendo calido en sus ingles

Beethoven enfurecido
con zarpasos de testículos
decide atacar con los timbales
disonando los colores de su plexo

Beethoven despliega apasionado
la enorme vela de su cuerpo
y siente jugar los sonidos
entre los vientos de sus órganos

(Amanece
y Beethoven levanta la tapa
de su piano y se incorpora
con las cuerdas marcadas en su espalda
amanece
y sus dedos golpean la luz del naciente
obviando las teclas)

 Beethoven se apropia del silencio
con el mismo paladeo que come
sus berenjenas
y se traga los compases
que iran a sus células tonales

Beethoven  encarcela sus oídos
para vender su alma a la música
clausurado al vulgaterio
Deja de hablar en lenguas
cuando dice a su rostro reflejado
en el lustre del piano:
“La música  es solo un ciclo
abierto hacia el vientre
            en juego de silencios
            que escapan como cuervos
            dejando un hígado carcomido
            cuando se juntan tres notas
            en la lucidez de mi sangre”

(Anochece
el día está grabado
en los pentagramas calientes
de las hojas amontonadas)

Beethoven sueña
dentro de la resonancia de su cuerpo
estar solo en el cielo
mientras afila plácido su alma

Agazapado abraza un celo
esperando el momento
de saltar sobre Brahms
y devorarle las certezas

 Riéndose con Bach
cuando se comía los quesos
robados a las iglesias 
mientras siente en su paladar la música
de su olor

Dejará carroña sonora
migajas de compases pedagógicos
para ese Malher hambriento
que se la pasa abriendo
la boca y el culo

Corre con Schiller
remontando sonidos de tormentas
saltando de horizonte en horizonte
estirando hasta el infinito
los bordes trigales de la campiña

Por las noches
volverá loco a ese Wagner
patético de humo y espadas
Clavando en su puerta
Una frase:
            “La música sólo está
            Entre

            Una diástole y una sístole”......................julio c. azzmonti

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